martes, 30 de octubre de 2018


2.      LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA COMO UN FACTOR DE DESARROLLO DE LOS PAÍSES- REALIDAD O UTOPÍA.



Partimos del hecho que es la educación es la herramienta que garantiza el desarrollo de los pueblos, y si la tecnología mejora los procesos educativos (Martínez, Román, Heredia, Escorza, 2010), el resultado de estas simples premisas planteadas en una regla de tres es que, la tecnología educativa es una herramienta fundamental para el desarrollo de cualquier proceso donde se utilice.
Algo frecuente en la implementación en la educación es que se requiere una estructura tecnológica muy grande por solo citar un ejemplo vemos que uno de los programas bandera del ministerio de las TIC es que la  banda ancha que sería la autopista del Internet llegara a gran parte del territorio nacional específicamente a las Instituciones Educativas y organismos gubernamentales, junto con la dotación de equipos o material tecnológico de software y hardware en busca de mejorar la calidad de la educación pero la realidad que encontramos en la actualidad no es la mejor, pues la conectividad  en establecimientos educativos tanto urbanos  como rurales está lejos de cubrir el territorio nacional y sobre todo los territorios más lejanos y apartados y periféricos de la difícil geografía que presenta el país. Partiendo de lo anterior iniciamos a ver como una utopía de lograr una cobertura al 100%, además la tecnología también requiere una capacitación y concientización a los docentes para que usen estas herramientas en su quehacer educativo.
Podemos argumentar entonces que por cobertura en tecnología educativa estamos muy lentos respecto a otros países que llevan la batuta en cuanto a la utilización de este tipo de herramientas en el aprendizaje, pero esto seguramente ira mejorando con el tiempo.
Lo que realmente veo complicado es la adopción de esta tecnología por parte de la totalidad o mayoría de docentes del país, pues no hay una política establecida por parte de las altas directrices del estado para implementar las TICS en los currículos educativos, claro, aparte de la dotación de equipos de cómputo.
Se espera que a medida que el personal docente vaya renovándose, esta situación cambie, y paulatinamente se incluyan estas herramientas en el ámbito escolar con mayor profundidad y frecuencia.
La tecnología educativa es un medio que atrae y capta la atención de los estudiantes de una mejor manera, aparte que aprenden más rápido, inclusive a su ritmo, pues plantea hallar los contenidos en muchos lugares a cualquier hora, siempre y cuando cuente con una conexiona a internet.
En cuanto a las facilidades que ofrecen los medios tecnológicos, en lo que tiene que ver con la diversidad de contenidos y la facilidad de interactuar con ellos, podemos decir que aprender nunca antes fue tan divertido, lo que fomenta el desarrollo o reforzamiento de nuevas habilidades con las que puede crear e innovar en su entorno, y esto traerá un bienestar personal, ya sea económico o emocional y esto repetido muchas veces en muchos individuos redundara en el desarrollo de todo un país.
Independientemente se use o no en el salón de clases, estas herramientas han permitido que muchas personas acceder a contenidos y tecnologías antes desconocidas permitiéndole transformar su entorno. Esto lo digo porque la tecnología educativa no son solo aquellas herramientas que se utilizan para orientar una clase en el aula, sino que son las herramientas que permiten llegar al conocimiento estén donde estén y al servicio de cualquiera. En este sentido lo que hay que lograr es un mayor cubrimientos de las redes de datos y que sean asequibles para la mayoría, con equipos de buenas prestaciones y bajos costos, de tal manera que junto a la curiosidad y creatividad de las personas, y con conocimientos básicos en las materias fundamentales o estudios superiores, sean las que desarrollen nuevos conocimientos y que este se vea plasmado en todas las actividades económicas del país, logrando con esto la creación de un motor para el desarrollo sostenible de los países.
Mientras la educación en un país sea deficiente los resultados en cuanto a al desarrollo económico del mismo serán iguales, es por esto que frente a nosotros se encuentran las herramientas tecnológicas que ayudan a potenciarla de tal manera que no solo cambie la forma de guiar el proceso de enseñanza – aprendizaje de los ciudadanos, sino que cambie la forma en que la realizamos todos los procesos de producción, en pro del desarrollo del país.
También es bueno mencionar los esfuerzos que el país pone en el desarrollo de comunidades de investigación que está cambiando la forma tradicional de investigar e innovar en diferentes campos de la ciencia, a través de múltiples redes tecnológicas de alta velocidad que posibilitan la comunicación fluida entre investigadores y usuarios, además posibilita el acceso a recursos que antes no eran posibles por el limitado ancho de banda. Por esto entre otras cosas la tecnología educativa es una herramienta que posibilita el acceso a nuevas formas de aprender, investigar, innovar y desarrollar conocimiento, experiencias y productos para el desarrollo comercial y productivo del país.
Las posibilidades que ofrece la tecnología educativa son tan grandes que no se podrían mencionar en su totalidad, aun así, es interesante ver que en todas las materias del conocimiento son muy importantes para fomentar el crecimiento, ya sea a través de laboratorios virtuales, televisión interactiva, visitas guiadas en tiempo real, accesos a repositorios científicos abiertos, etc. Todo esto y mucho más orientada de la mejor manera deberá repercutir en el desarrollo científico, económico, cultural y social de los estados que participen de estas tecnologías, hoy más que nunca al alcance de todos.
Para terminar la tecnología educativa se le debe dar el lugar que se merece si queremos cambiar y transformar el país, para esto se necesitara una mayor inversión en educación e infraestructura tecnológica, para lograr mejores resultados, y esto sin duda se lograra a medida que se den las condiciones para invertir en ello, por ejemplo, un país en paz que permita la ejecución de muchas otras necesidades diferentes a la de un conflicto armado interno sería un buen comienzo.

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